En el contexto nacional argentino las marcas de memoria florecen acá y allá, disputan sentidos diversos sobre el pasado reciente pero también sobre pasados más lejanos. O sea se conjugan en el espacio público para dar cuenta de memorias cortas y largas, memorias que se enlazan para mostrar las tragedias de la nación. En este texto analizaré las marcas de memoria que dan cuenta del pasado de violencia en Argentina. Observando las tensiones entre las memorias encuadradas y organizadas desde las políticas públicas del Estado y aquellas que disputan sentidos desde la intervención urbana, muchas veces efímera, que visibilizan otras memorias, tiempos y acontecimientos.