Las actividades mineras generan grandes cantidades de Pasivos Ambientales Mineros (PAM), que son extraídos del subsuelo y almacenados en la superficie como parte del proceso extractivo. Estos pasivos son sometidos a procesos de trituración y tratamiento pirometalúrgico o químico para aislar los minerales deseados, lo que libera metales y metaloides que, cuando se exponen a los elementos, pueden volverse más tóxicos para las poblaciones cercanas. A pesar de su apariencia mineral, los residuos más finos, que se llevan a la superficie, provocan una contaminación duradera. Esta ponencia, basada en revisiones documentales y análisis cualitativo, compara los procesos incompletos de remediación ambiental minera en Salsigna (Francia) y Chañaral (Chile), evidenciando que su presencia en ambos territorios ha generado desastres socioambientales provocados por fenómenos climáticos. A pesar de los intentos por mitigar y generar proyectos de remediación, se observa que en Salsigna y Chañaral predominan los imaginarios sociotécnicos extractivistas desplegados por expertos y profesionales que reducen los PAM a recursos o residuos inertes manipulables a voluntad, sin considerar en los procesos de remediación la participación vinculante de la ciudadanía que habita en estos lugares contaminados. Se demuestra cómo los PAM no son vestigios inertes de la actividad minera, sino más bien puede ser considerado un actante dentro de la red socio-técnica en términos de su presencia y manejo. En este sentido, la ponencia plantea las siguientes preguntas: ¿Qué significa la remediación para los expertos y profesionales? ¿Hasta qué punto se puede llevar a cabo la descontaminación y con qué obligaciones de control? ¿Qué conocimientos se poseen y qué se desconoce para explicar las dificultades encontradas en las intervenciones ambientales? A modo de reflexión, se plantea la necesidad de renovar estos imaginarios para gestionar mejor los "bienes comunes negativos". Se propone que esta renovación implicará tener en cuenta las experiencias y conocimientos de las poblaciones locales que se ven obligadas a cohabitar con los residuos mineros y son testigos directos de sus fuerzas destructivas.