Las investigaciones sociológicas convergen en la constatación de un aumento constante de la participación de la población francesa en la actividad física y el deporte desde los años 1960, con una aceleración de este fenómeno durante los años 1980. Las políticas públicas combinadas con la evolución de las prácticas sociales y los cambios en las representaciones de género parecen ser los principales factores de esta importante transformación de las prácticas de la población. La entrada de las mujeres en el mundo del deporte, la prolongación de la vida deportiva de los individuos, el desarrollo de la APA (Actividad Física Adaptada) y la puesta en marcha de dispositivos de integración social a través del deporte en los barrios populares contribuyen al aumento del número de personas que se declaran "deportistas" en Francia. En este contexto, la participación de las mujeres francesas en la actividad física está aumentando significativamente (un aumento del 8,1 % de las licencias femeninas entre 2012 y 2017, frente a un aumento del 2,5 % de las licencias masculinas en el mismo periodo).