En Francia, el número de personas que practican yoga y meditación se ha triplicado en los últimos diez años. En 2021, el 15% de la población activa declaró practicar regularmente estas actividades, lo que las convierte en la decimoctava actividad física más popular en Francia (Lefèvre, Raffin, 2023). Estas actividades, definidas como "holísticas", "psico-corporales" o "psico-espirituales" (Garnoussi, 2011) de prácticas ascéticas de origen asiático (Obadia, 2020), orientadas de manera variable según los individuos hacia la espiritualidad (García, Fraysse, Bataille, Lefèvre, 2023). Ciertas prácticas de yoga convocan además formas de autoridad y rituales relacionados con diferentes matrices religiosas (budismo, hinduismo, etc.). Esta comunicación examina el modo en que ciertos practicantes, que hacen del yoga un modo de vida, invocan una moral ascética fundada en principios religiosos.